En la cadena de frío el transporte es uno de los pilares de la industria alimentaria. Esta es una etapa especialmente delicada que, si no se gestiona bien, puede tener efectos muy negativos sobre la salud y el medioambiente. De ahí la importancia de las normas que regulan el sector de la logística destinado al transporte de productos perecederos. Garantías para proteger su carga y, por tanto, esenciales para obtener el éxito esperado en destino.

La supervisión de este tipo de vehículos se lleva a cabo a partir de inspecciones reguladas por el Acuerdo sobre Transporte Internacional de Productos Alimenticios Perecederos y sobre el Equipo Especial que debe integrarse en dichos desplazamientos. Estas inspecciones se denominan ATP y su principal objetivo es verificar la seguridad que brindan dichos vehículos dada las características de la carga que transportan.

Para ello se llevan a cabo rigurosos procesos de análisis destinados a localizar posibles deficiencias o vulnerabilidades procedentes del desgaste de los propios vehículos y/o sus características técnicas con el paso del tiempo o bien derivadas de un mantenimiento deficiente que pueda conllevar la pérdida de las cualidades que este tipo de transporte deben tener.

Además de los ensayos efectuados por servicios técnicos designados al efecto, la certificación de conformidad de los vehículos, debe ser emitida por un organismo de control, de los acreditados por ENAC en este campo.

El acuerdo ATP, vigente desde el 01 de junio de 2022, está constituido por el texto consolidado publicado a 23 de septiembre de 2021 en el BOE del 16 de junio de 2022 y las correcciones de errores y enmiendas posteriores publicados en el BOE.

Tipos de vehículos sujetos a las ATP

La normativa vigente determina de forma clara cuáles son las diferentes modalidades de vehículos sujetos a inspecciones ATP y, por lo tanto, los únicamente aceptados (una vez superadas las evaluaciones pertinentes) para transportar productos de alimentación perecederos.

Según la legislación vigente actual, sólo los vehículos isotermos, frigoríficos, refrigerados y los caloríficos están capacitados para llevar a cabo esta función.

Todos estos vehículos destinados al transporte de mercancías perecederas deben superar, por tanto, revisiones técnicas periódicas que verificarán su adecuado estado de conservación y, de esta forma, la seguridad de los productos que transportan.

Para superar este tipo de análisis técnicos, es importante garantizar procedimientos de mantenimiento adecuados e implementar medidas preventivas que ayudarán en su protección.

En Frostpoint todos nuestros vehículos son transformados en segunda fase para garantizar el servicio y las condiciones de frío, cumpliendo las más exigentes normas europeas e internacionales para el sector. Sólo de esta forma garantizamos temperatura controlada de punto a punto.

En las últimas semanas hemos podido ver de nuevo la falta de productos alimenticios en grandes superficies y supermercados.

Esta vez el motivo no ha sido por crecimiento de incidencias en la pandemia (que aún no se ha ido), la razón es como ya todos conocemos, la terrible guerra en Ucrania.

¿Qué productos son más demandados tras la invasión de Ucrania?

El aceite de girasol se ha convertido en el protagonista en esta nueva fase donde el miedo se ha hecho de nuevo dueño de los consumidores.

Al ser un producto que se emplea para cocinar en nuestros hogares de forma frecuente y procedente de Ucrania, la incertidumbre de no saber cómo va a ser la producción, de dónde se van a adquirir, y cuál será su precio en un futuro no muy lejano, ha provocado su compra masiva.

Hay que tener en cuenta que el aceite de girasol no solo se emplea para freír, también para la elaboración de diferentes productos alimenticios, como las galletas, los dulces, la repostería industrial, los snacks… un hecho que preocupa bastante a los fabricantes y a los consumidores, pues la subida del precio de éstos ya es visible.

Otro de los productos que causan una gran preocupación son los cereales, pues muchos de ellos como el maíz venían de las tierras fértiles de Ucrania. Además de otros muchos, que son empleados para la alimentación de nuestro ganado vacuno, ovino, porcino y caprino.

La falta de abastecimiento de dichos cereales con los que se fabrica el pienso de la diversidad de ganados existentes en nuestro país, tendría consecuencias inmediatas en el mercado, pues el precio de la carne aumentaría, así como el de la leche y todos los productos alimenticios que se elaboran con ésta. De ahí la preocupación de los ganaderos, así como de los consumidores.

Todo ello unido al crecimiento incipiente del precio del combustible y de la luz, está elevando una suma de dinero que para muchos empresarios es insostenible.

Hasta ahora, la solución que proponen desde el gobierno central es el empleo del aceite de oliva (para consumo y elaboración de productos), pero el precio de éste (que ha incrementado ante la demanda, a falta de aceite de girasol) junto con la actual huelga de los camioneros, lo hacen poco viable.

La situación es pura incertidumbre, pues la invasión de Ucrania ha puesto en la mesa la relevancia de la falta de materia prima en España, así como la necesidad de un plan estratégico para que las empresas de logística, así como las de producción puedan mantener sus actividades sin que ello suponga un incremento de precios de los productos básicos alimenticios, ni pérdidas para ellos.

Como siempre, en Frostpoint os mantenemos informados sobre noticias de logística y mercado.

Cuando el producto congelado ha sido envasado y emprende su camino hacia el lineal de las cadenas de alimentación, la logística alimentaria es un pilar fundamental. Además, dentro de esta fase de la distribución, el transporte debe procurar mantener la cadena de frío para que no se pierdan las propiedades de los productos congelados contenidos ni se vea comprometida la calidad y la seguridad de los mismos.

En este sentido, está legalmente establecida la temperatura de los alimentos perecederos, según su tipología, en los siguientes rangos:

  • Alimentos congelados: menor o igual a -19ºC
  • Alimento refrigerado con una fase duradera menor a 24h: menor o igual a 9ºC
  • Alimento refrigerado con una fase duradera mayor a 24h: menor o igual a 5ºC
  • Alimentos calientes: mayor o igual a 67ºC

Un buen centro de recepción de mercancía deberá comprobar, por medio de un termómetro específico alimentario, que dentro de ese camión de transporte y analizando cualquiera de las cajas que componen el envío, se mantiene una temperatura mínima de -18ºC para ser aceptada. Otra cifra podría suponer que, en algún momento, la mercancía se ha visto comprometida y, por tanto, no sea segura.

Con el objetivo de que ese camión no vuelva con una mercancía rechazada, las empresas de transporte de congelados son estrictas en este sentido y, desde el inicio del proceso, deben tomar medidas que garanticen la correcta organización y gestión del camión y su mercancía de forma correcta y eficaz.

Pautas que garantizan la calidad y la eficacia del transporte de los productos congelados

Previamente a la carga, la caja del camión será pre-enfriada con objeto de que no haya una descompensación de temperaturas. Cuando la caja esté fría, se cerrarán las puertas para evitar que entre el calor dentro de la caja y se colocará el producto congelado en el fondo del camión según el orden de entrega de mercancía.

En el caso de que también se incluyan productos refrigerados, éstos deberán colocarse en la zona de apertura de la puerta para evitar pérdidas de temperatura a lo largo del proceso de entrega y apertura de puertas. En muchos casos, se suele colocar una pared movible y aislante para separar ambas zonas y proteger la mercancía de los posibles cambios de temperatura.

Respecto al vehículo en sí, la pared del camión está compuesta por una espuma aislante (panel sándwich) que mantiene la temperatura interna del vehículo a salvo de la del exterior. En momentos de extremo calor se mantiene gracias a un aparato que produce frío y que es controlado a través de un termostato.

 

Los camiones destinados al transporte de este tipo de alimentos suelen contar con dos equipos de frío multitemperatura para permitir que, en cualquier parte del camión, pueda haber diferentes tipos de temperatura. Los rangos suelen ser los siguientes: para los productos refrigerados, se suele mantener entre +0º y +5ºC; en cambio, para los productos congelados el rango se sitúa entre -19ºC y -25ºC.

Respecto al volumen de carga, los camiones pequeños pueden tener hasta seis palets mientras que los camiones tráiler pueden cargar hasta 33.

A la hora de colocar la carga es importante saber la ruta y puntos de entrega para que se sitúe de forma eficiente, evitando así el exceso de apertura de puertas y movimiento de la mercancía y, en consecuencia, pérdidas de temperatura que supongan mercancía devuelta.

El sector de la Logística y el Transporte representa el 7,9% del PIB español. Una cifra que alcanza el 10% si se tienen en cuenta actividades de carácter logístico que llevan a cabo empresas comerciales, industriales y de servicios.

La cifra de negocio anual del sector alcanza los 111.000 millones de euros, concentrando alrededor de 197.000 compañías y generando casi un millón de puestos de trabajo.

Su importancia es clara y su evolución continua, sobre todo ahora que las condiciones del mercado han cambiado, situando al sector entre los más afectados, tanto en lo positivo como en lo negativo, a raíz de la pandemia mundial que vivimos.

Nuevas tendencias han llegado para quedarse suponiendo, no sólo una ventaja competitiva para el sector sino, sobre todo, una necesidad para adaptarse a los cambios y no quedarse atrás en un mercado que destaca por su fuerte competitividad y su incesante evolución.

En este contexto, los profesionales del sector de la logística han jugado y juegan un papel fundamental dada su necesaria adaptación a los cambios y evolución que se plantean de manera constante. Pero, sabemos quiénes son los profesionales del sector más demandados y sus funciones.

Quiénes son y qué hacen

 

La crisis sanitaria provocada por la Covid-19 desencadenó una serie de cambios que en el sector de la Logística y el Transporte se reflejan claramente en el auge del e-commerce y la logística que conlleva, con un crecimiento de más de un 50% desde que empezara la pandemia debido, principalmente, al cambio de conducta de los consumidores.

De esta forma, puestos como el de mozo/a de almacén, repartidor/a o transportista se han convertido en profesiones al alza, situándose entre las más demandas del sector.

Mozo/a de almacén

Tal y como hemos visto, es uno de los perfiles más demandados en el sector de la logística. Sus funciones van a depender del tipo de instalación en el que preste sus servicios pero, a grandes rasgos, se ocupa del funcionamiento y comprobación de todas las operativas logísticas que tienen lugar en un almacén, desde la recepción de mercancías hasta su expedición.

Gestor/a de stock

A diferencia del mozo/a, el gestor de stock se encarga de todas las operaciones relacionadas con el almacenamiento de productos en almacén, buscando siempre el equilibrio perfecto para que contemos con las existencias adecuadas a nuestra demanda sin que los costes de almacenamiento supongan pérdidas.

Carretillero/a o conductor/a de carretillas elevadoras

Es la persona encargada de conducir una carretilla elevadora, utilizada en numerosos tipos de instalaciones para elevar y transportar cargas. Sus funciones incluyen desde la recepción y colocación de paquetes y otro tipo de carga en las tarimas o palés de un almacén, hasta la preparación de pedidos y su empaquetado o la revisión de albaranes.

Jefe/a de almacén

Es un puesto clave en la logística y, también, uno de los más demandados ya que es la persona encargada de coordinar y dirigir la entrada y salida de mercancía. El jefe/a de almacén supervisa todos los procedimientos que se desarrollan en las instalaciones logísticas, siendo uno de sus objetivos primordiales, optimizar tanto el espacio del almacén como las tareas que allí se llevan a cabo.

Manipulador/a

Entre las funciones de un manipulador están la de recibir la mercancía, clasificar los productos para su ubicación, registrarlos en el inventario, preparar los pedidos, empaquetarlos y enviarlos al cliente. Puesto fundamental en esta nueva era del e-commerce, aunque suele ser uno de los que menos retribución percibe.

Repartidor/a

Son los más conocidos del sector dada su relación cada vez más habitual con los consumidores y usuarios. Además de llevar la mercancía al lugar que corresponde, se encargan de planificar horarios y rutas para que el reparto sea lo más eficiente posible. La distribución de la mercancía en el vehículo de manera correcta para facilitar el reparto es otro de sus cometidos fundamentales.

Técnico/a de logística

Es un profesional titulado con formación superior o especializada, que gestiona de forma eficaz y rentable todos los recursos materiales y humanos que participan en la cadena de distribución de una empresa y su logística interna, es decir, del aprovisionamiento y/o planificación de la recepción de las mercancías.

Técnico/a de compras

La experiencia suele ser muy valorada en este puesto ya que es el responsable de reducir costes e incrementar la calidad de los productos. Selecciona y negocia con proveedores, controlando la calidad de los productos, su stock, toda la documentación relativa a los procesos de compra.

Técnico/a de operaciones

Supervisa, coordina y ejecuta las operaciones logísticas mencionadas, siendo una pieza clave también en cualquier instalación del sector.

Técnico/a de Exportación e Importación

Para aquellas empresas que cuenten con este servicio, es el profesional encargado de gestionar el cumplimiento de las obligaciones documentales aduaneras y fiscales necesarias para la entrada y salida de productos de nuestro país (certificados, aranceles…).

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana continúa dando a conocer las líneas básicas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que ha sido aprobado por la Comisión Europea el pasado mes de junio, dando luz verde a la puesta en marcha de un ambicioso documento en el que se incluyen medidas e inversiones hasta 2.026.

Esperado por los diferentes sectores implicados, el plan traza la hoja de ruta para la modernización de la economía española, la recuperación del crecimiento económico y la creación de empleo tras la pandemia, con el objetivo de afrontar y estar preparados para los retos del futuro más próximo.

Para el transporte y la logística, el documento incluye retos y objetivos que afectan directamente al sector y que se recogen en dos de las líneas de actuación de las cuatro que se proponen como ejes fundamentales del plan, la transición ecológica y la transformación digital.

Según el propio Ministerio, el contexto actual hace necesario un impulso claro para el transporte como clave en la cohesión económica, social y territorial del país, sobre todo tras una pandemia que ha generado efectos directos sobre la demanda y su evolución.

Movilidad sostenible

Uno de los ejes que afectan directamente al sector del transporte y que está relacionado directamente con la transición ecológica del mismo, es el Plan de choque de movilidad sostenible, segura y conectada en entornos urbanos y metropolitanos que incluye el documento.

En este apartado, el objetivo fundamental es impulsar la descarbonización de la movilidad urbana, la mejora de la calidad del aire y de la calidad de vida en las ciudades, aprovechando las oportunidades económicas, sociales e industriales asociadas a esta transformación.

Para lograr estos objetivos el documento contemple un plan de choque con medidas dirigidas al propio tejido de la ciudad y a sus infraestructuras, la potenciación y optimización del transporte urbano y metropolitano, el impulso a la electrificación de la movilidad y la mejora de la calidad del aire a través, por ejemplo, del apoyo a la renovación del parque de vehículos ligeros o la adopción del vehículo eléctrico.

Está previsto que, con estas medidas, se produzcan beneficios de calado para la sociedad, la economía y el medio ambiente, incluyendo la reducción del uso de energías fósiles y el incremento de fuentes renovables, la reducción de la polución del aire, agua y suelo, la reducción de los niveles de ruido, además de un importante efecto tractor sobre la actividad económica y la industria y el desarrollo de nuevos modelos de negocio.

Transformación digital

 

También en el apartado de Movilidad sostenible, segura y conectada que contempla el Plan en lo que respecta a las infraestructuras y a los ecosistemas denominados resilientes, aquellos con capacidad para mantener funciones y procesos clave ante tensiones y/o presiones, al resistirse y luego conseguir adaptarse al cambio, el esperado documento contempla retos y objetivos relacionados también con la movilidad y el transporte, en este caso, de cara a la transformación digital del sector.

Según de el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, las infraestructuras de transporte son elementos esenciales para el desarrollo de los territorios y la cohesión social y territorial, así como para el incremento de la productividad, la mejora de la competitividad y la capacidad de exportación de la economía, por lo que resulta fundamental que sean fiables, sostenibles, resilientes y de calidad.

De ahí que el documento incluya, de manera clara, medidas e inversiones destinadas a modernizar, digitalizar y mejorar la seguridad y sostenibilidad de las infraestructuras clave de transporte interurbano e intermodales en todo el territorio nacional, con especial atención al transporte ferroviario.

También, objetivos de cara a hacer frente a las nuevas demandas y retos que plantean las infraestructuras de transporte y entre los que destacan el desarrollo de los corredores europeos, una red nacional de transporte más interoperable de acuerdo con los estándares europeos o mejorar la logística y la intermodalidad mediante el desarrollo y/o modernización de terminales logísticas, puertos y accesos a los mismos.

Asimismo, directamente relacionados con el sector de la logística y el transporte, nos encontramos también con grandes retos como la digitalización y sostenibilidad del transporte, mediante un ambicioso programa de apoyo al transporte basado en la digitalización, la introducción de nuevas tecnologías en el sector y el impulso de su sostenibilidad.

 

Con una inversión superior a los 13.000 millones de euros para la Movilidad sostenible, segura y conectada, este ambicioso Plan se espera de manera urgente en los principales sectores económicos del país tras la crisis sanitaria en la que aún estamos inmersos.

Desde el punto de vista de la movilidad y el transporte, la crisis sanitaria provocada por la pandemia en la que estamos inmersos ha supuesto, al igual que en la práctica totalidad de los ámbitos que afectan a un país, una situación sin precedentes.

La limitación de la libre circulación de las personas, el cierre de fronteras, la restricción de movimientos y actividades, el miedo al contagio, el cambio de costumbres y adquisición de nuevas costumbres y normas… han condicionado nuestro día a día, afectando a su vez, al normal funcionamiento de las empresas, organizaciones y gobiernos, que han tenido que adaptarse a la nueva situación con nuevas pautas y decisiones.

Actualmente, la pandemia y sus consecuentes restricciones siguen presentes y, por tanto, la movilidad sigue anclada en niveles inferiores a los de años anteriores a su inicio. Una situación que hace necesaria la investigación y el análisis de las posibles consecuencias de esta crisis, al objeto de poder predecir y anticiparnos a las mismas para afrontar con éxito sus efectos de cara a los años venideros.

En este sentido, el Observatorio del Transporte y la Logística en España ha elaborado un informe en el que destaca la importancia de profundizar en cómo la experiencia vivida en la crisis sociosanitaria generada por la pandemia influirá en la movilidad y el transporte del mañana.

El incremento del teletrabajo, el desarrollo y la prestación de servicios de forma online, la educación no presencial, la importancia de la seguridad sanitaria en general, y en particular en el transporte y la movilidad o el protagonismo de la digitalización y las nuevas tecnologías han tenido y tendrán su incidencia en el futuro más inmediato de los sectores afectados o directamente relacionados por los cambios que se han producido en la movilidad y el transporte pero, además, podemos añadir otros aspectos que serán clave, sobre todo, para la empresas dedicadas a la logística.

Transporte y seguridad sanitaria

El estudio del Observatorio destaca una de las cuestiones con más ámbitos de aplicación y con más incidencia desde que comenzara la pandemia, que ha puesto de manifiesto la importancia de la seguridad sanitaria en general, y en particular en el transporte y la movilidad.

Así, “la seguridad sanitaria ha adquirido identidad propia junto con las vertientes de seguridad habitualmente consideradas en el transporte, como son la seguridad física, la seguridad operacional, y la ciberseguridad” suponiendo, en consecuencia, avances en materia de desinfección, limpieza y provisión de equipos individuales de protección a los trabajadores del sector del transporte. Todas ellas medidas que, en base a la experiencia vivida y el análisis de la misma, previsiblemente, podrían perdurar en el tiempo.

Además, debido a la importancia adquirida por la seguridad sanitaria en todos los ámbitos, en un corto espacio de tiempo hemos podido comprobar cómo se han puesto en marcha certificaciones de protocolos y medidas para garantizar la seguridad de los empleados y de los usuarios del sistema de transporte, que creemos han llegado para quedarse.

El impacto del comercio electrónico

 

La crisis sanitaria generada por la pandemia actual ha acelerado los cambios en el consumo que ya habían comenzado a producirse en los últimos años.

Según el informe Global Consumer Insights Survey 2020, elaborado por la consultora PwC, el 50% de los consumidores globales -el 54% de los españoles- aseguran haber disminuido las compras en establecimientos físicos desde el inicio de esta crisis sanitaria. Se da un incremento del uso del móvil y del ordenador como canales de compra y una mayor preocupación por la salud; aumentando los gastos en alimentación, entretenimiento y aparatos electrónicos y cayendo el consumo de ropa, calzado y restauración.

Este cambio en el patrón de comportamiento de los consumidores influye de manera directa en la movilidad y el transporte, ya que el incremento del comercio electrónico impacta claramente en la distribución urbana de mercancías.

Cada vez se realiza un mayor consumo por estos medios electrónicos y además se demandan tiempos de entrega más reducidos. Por tanto, ante el fuerte incremento de este campo como consecuencia de la pandemia se abren nuevos retos y oportunidades, como el desarrollo de nuevos sistemas de entrega y recogida de paquetería en buzones inteligentes en lugares públicos o en las zonas comunes de urbanizaciones residenciales o en vehículos particulares a través de una app que permita la apertura del coche al repartidor.

Asimismo, pueden desarrollarse microhubs o centros de microdistribución logísticos en los barrios de las ciudades, como pequeñas unidades de distribución logística descentralizadas que además permiten la distribución a los clientes finales en vehículos de bajas emisiones, o incluso en bicicleta o a pie, según recoge el análisis del Observatorio del Transporte y la Logística en España.

Reconfiguración de centros de producción

Además, tenemos que hablar también de la reconfiguración de centros de producción de las empresas a la que nos ha obligado la situación actual y sus consecuencias directas en las cadenas logísticas, aspecto que deberá tenerse en cuenta sobre todo de cara al futuro más inmediato.

En este sentido, la posición geográfica de España puede ser un factor a tener en cuenta ya que, si bien es un país periférico en el ámbito europeo, puede ser la puerta de entrada de multitud de productos procedentes de diversas partes del mundo al continente.

Por tanto, según el análisis del Observatorio, dado que, salvo casos puntuales, se cuenta con capacidad suficiente en las infraestructuras nodales destinadas a la manipulación de mercancías, es probable que los esfuerzos tengan que orientarse hacia la mejora de las conexiones entre los distintos modos de transporte.